Drogas
Redacción: ExpRojo
En los últimos 10 años, ha habido un drástico aumento en el número de muertes a causa de sobredosis con medicinas recetadas para el dolor. Cerca de 15 mil personas mueren todos los años por este tipo de abuso, y este número es mayor al total de personas que fallecen por sobredosis de heroína y cocaína.
De acuerdo a un reciente análisis del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) durante el 2010, una de cada 20 personas en los Estados Unidos, de 12 años de edad o más, utilizó medicinas recetadas para el dolor sin fines médicos, solo por la sensación de euforia que estos causan.
Sin duda, los medicamentos recetados que se adquieren en las gavetas o el botiquín de la casa pueden representar un peligro no solo para los adultos sino muy en especial para los jóvenes y niños y su abuso esta alcanzado niveles epidémicos.
Según la Agencia Antinarcóticos Estadounidense (DEA, por su siglas en inglés) más de 7 millones de estadounidenses abusan de medicamentos recetados.
Por su parte, la Asociación para una América Libre de Drogas estima que 2.500 adolescentes se drogan cada día y por primera vez con un medicamento que se encuentra en casa. Su abuso puede causar adicción como los analgésicos narcóticos, sedantes, tranquilizantes y estimulantes.
También se habla cada día más de los llamados pain killers o “medicinas para el dolor”, que han llevado a la muerte a figuras del espectáculo destapando su consumo y combinación fatal con otro tipo de drogas. Las sobredosis con medicinas recetadas para el dolor son parte de una familia de fármacos que incluye la hidrocodona, metadona, oxicodona y oximorfona.
A pesar de las recientes reducciones en el consumo de ciertas drogas entre los adolescentes, en especial de la marihuana, un número cada vez mayor está consumiendo medicamentos recetados y de venta libre para drogarse.
Es importante diferenciar que un “fármaco recetado” es aquel que puede conseguir únicamente con autorización de un médico certificado. Mientras que, un medicamento “de venta libre” es un fármaco que se vende sin receta médica y se puede conseguir en una farmacia como los medicamentos para combatir las alergias, la gripe, los dolores de cabeza y calmantes.
Pero ambos tipos de fármacos tienen instrucciones explícitas de cómo deben ser consumidos para evitar consecuencias negativas. La Administración de Drogas y Alimentos (FDA) es el ente encargado de aprobar todos los fármacos que están en el mercado.
Nuevas leyes han hecho más difícil adquirir medicamentos en grandes cantidades que son usadas para dar alivio a ciertos males, pero que pueden servir para la manufactura de drogas ilegales como las metanfetaminas.
Las autoridades sanitarias insisten en que los medicamentos de venta libre y los recetados que se consumen para drogarse son igualmente peligrosos que las “drogas callejeras” o ilegales, como la cocaína, heroína, metanfetamina, marihuana, etc. Y cuando los fármacos recetados se consumen o distribuyen sin receta médica, son igualmente ilegales.
El número de muertos en Estados Unidos cada año a causa del consumo de drogas ilegales y recetadas alcanzó los 31 mil, informó la DEA. Y confirmó que los narcóticos ilegales tienen 7 millones de adictos, cifra similar a los que consumen medicamentos recetados.
Y, aunque los especialistas no saben con exactitud por qué está en aumento este tipo de abuso de drogas consideran que el fácil acceso a ellas es parte del problema ya que los médicos recetan más fármacos para más problemas de salud que nunca antes y las farmacias en Internet facilitan la obtención de fármacos sin una receta que se disfrazan de sales de baño, alimento para plantas o productos químicos para el uso del hogar.
Mas datos estadísticos:
- Uno de cada cinco adolescentes (el 19 por ciento, o sea 4,5 millones) ha probado medicamentos recetados (calmantes como Vicodin® y OxyContin®, estimulantes como Ritalin® y Adderall®) para drogarse.
- Uno de cada 10 (el 10 por ciento, o sea 2,4 millones) adolescentes indica que se droga abusando de los medicamentos para la tos.
- Dos de cada cinco adolescentes (el 40 por ciento, o sea 9,4 millones) concuerdan en que consumir medicamentos recetados, aunque no sean recetados por un médico, es “mucho más seguro” que consumir drogas ilícitas.
- Prácticamente un tercio de los adolescentes (el 31 por ciento, o sea 7,3 millones) cree que “no tiene nada de malo” consumir medicamentos recetados sin receta médica “de
vez en cuando”. - Prácticamente tres de cada 10 adolescentes (el 29 por ciento, o sea 6,8 millones) creen que los calmantes para el dolor—aunque no estén recetados por un médico—no son adictivos.
- Más de la mitad de los adolescentes (el 55 por ciento, o sea 13 millones) no está de acuerdo en que sea peligroso drogarse con medicamentos para la tos.
- En el 2008, alrededor de 15,000 personas fallecieron por sobredosis atribuidas a medicinas recetadas para el dolor en los EE. UU. Esto es más del triple de las 4,000 personas que murieron por la misma causa en 1999.
- En el 2010, alrededor de 12 millones de estadounidenses (de 12 años de edad en adelante) reportaron que habían utilizado medicinas recetadas para el dolor el pasado año.
- 500 mil visitas a las salas de emergencias por el abuso de medicinas recetadas para el dolor.
- El uso de medicinas recetadas para el dolor representa para las empresas de seguro médico un costo anual de $72,500 millones en gastos de atención médica directa.
La DEA advierte que el uso de fármacos recetados no es un problema que se limita a los adolescentes jóvenes. Su consumo entre alumnos universitarios ha aumentado drásticamente en la última década.
El Centro Nacional para la Adicción y el Abuso de Sustancias de la Universidad de Columbia (CASA), señala que el consumo de fármacos recetados en universidades y centros de estudios terciarios aumentó en :
- un 343 por ciento para opioides como Percocet®, Vicodin® y OxyContin®.
- un 93 por ciento para estimulantes como Ritalin® y Adderall®.
- un 450 por ciento para tranquilizantes como Xanax® y Valium®.
- un 225 por ciento para sedantes como Nembutal® y Seconal®.
Muchos son los estudios que buscan encontrar explicación a las causas en el consumo de dichos medicamentos entre los adolescentes y adultos jóvenes. He y aquí algunas de ellas:
- aburrimiento, necesidad de escapar de su realidad y entorno
- conservar amistades, vínculos amorosos y la vida familiar;
- competir para ser aceptados en las escuelas secundarias, colegios y universidades,
- cursar materias avanzadas y alcanzar altas notas
- o bien, hasta la búsqueda del físico “ideal” que no se limita a las mujeres.
Fuentes: Alianza para una America Libre de Drogas (Partnership for a Drug Free America) y Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), Agencia Antinarcoticos de Estados Unidos (DEA)