Ornella Maccari
Redacción: ExpRojo
Ya se han cumplido diez años desde la muerte de la argentina Ornella Maccari, muerte que continúa siendo todo un misterio. No hay pistas ni sospechosos, y ello la hace aún más difícil de resolver. El caso es uno más de los miles que corren el riesgo de quedar en el olvido.Ornella apenas cumplía 18 años la mañana de su asesinato. El 17 de abril de 2003 estrenaba su cámara fotográfica que ella misma había comprado con los 340 dólares de sus ahorros. Esa mañana su madre Carmen le tomaba una fotografía, la misma que desde su muerte mira todas los días rogando por que se esclarezca el crimen.
“Son siete años y no sabemos nada. Tengo miedo de que su muerte quede en el olvido”, comenta Carmen, quien desde el día del crimen no ha encontrado consuelo alguno. “Nadie nos ayuda, nadie dice nada, ni siquiera los representantes de nuestro consulado argentino. Pareciera que a nadie le importa lo que le pasó a mi hija”. Pasa el tiempo y la familia de Ornella tiene una luz de esperanza tras la aprobación de una recompensa otorgada por la gobernatura de California la misma que solicitada por el Departamento del Sheriff de Orange , a cargo de la investigación. “Hasta ahora nadie nos ayuda, nadie nos escucha, nadie. Somos inmigrantes, pareciera que no les importamos”, clama desesperada la madre de Ornella.
Pero la recompensa podría ayudar a que algún testigo revele lo que sabe sobre el crimen que tiene a esta familia destrozada. “Estamos seguros que alguien afuera vió algo o escuchó algo que pueda ayudar a resolver este caso y a atrapar al asesino de mi hija”.
La suma otorgada por el gobernador Schwarzenegger forma parte de un programa de recompensas destinado a resolver complicados asesinatos y llevar a corte a los responsables. Desde que este programa fue establecido en 1967 se han otorgado 184 recompensas, cuyas sumas son variables.
Ornella fue estrangulada y su cuerpo encontrado cerca de una autopista al sureste de Los Ángeles. El cadáver no mostraba indicios de violación o tortura, según los detectives del Departamento del Sheriff del Condado de Orange.
“Es uno de esos casos tan complejos en que no tenemos pistas ni sospechosos. Las evidencias no llevan a ninguna parte. Pero todo indica que el asesino tenía a Ornella como blanco fatal”, según había declarado a los familiares el detective a cargo de la investigación, Gary Jones. Por su parte, Carmen recuerda que en un principio, recién consumado el crimen, y a raíz de la difusión que recibió en los medios locales, el Buró Federal de Investigaciones (FBI) se hizo presente. “Sabemos que un par de agentes especiales fue a Córdoba, Argentina, de donde somos originarios, en busca de pistas que pudieran servir de ayuda a la investigación.”
”No hallaron nada, ni pistas ni indicios, de que la familia tuviera enemigos o nexos con la mafia. “Nosotros venimos a Estados Unidos en busca de una vida mejor para nuestra hija y esto es lo que encontramos, una pesadilla, una verdadera pesadilla de la que quiero despertar.”
Ornella estudiaba inglés y trabajaba en un restaurante de comida rápida de la ciudad de Downey, en el Sur de California. Soñaba con ser fotógrafa profesional y era muy “responsable y seria y una excelente chica”. Así la recuerda su padrastro Gabriel, quien la noche del crimen ella misma le pidió que no la recogiera en el trabajo como lo hacía habitualmente. “Eran sólo cuatro cuadras de la casa, la esperamos, pero nunca llegó.” Durante la espera su madre recibió una llamada en la que se escuchaba que del otro lado de la línea alguien respiraba con dificultad y después se cortó la comunicación.
El reporte policial confirmó que del celular de Ornella, que fue encontrado al lado de su cuerpo, se había hecho esa llamada durante esa madrugada del 17 de abril del 2003. Hasta hoy se sabe que Ornella no fue violada, su bolso no se encontró en el lugar, su asesinato fue perpetrado con lujo de violencia y su asesino aun está libre.
Si tiene información que puede llevar al o a los responsables de este crimen, por favor comuníquese a la Oficina del Sheriff del Condado de Orange, California. Tel. 714-647-7042, o Denuncie Sin Miedo a través de Expediente Rojo.